Los Arquetipos Artúricos y el Camino Iniciático del Tarot
A lo largo de la historia mística de Occidente, pocos mitos han resonado tan profundamente en el alma colectiva como el del Rey Arturo y la Mesa Redonda. Pero sus personajes no son simples figuras de una saga medieval: son arquetipos universales, símbolos vivos que encarnan las etapas del alma en su Viaje del Despertar. Un viaje que encuentra su espejo en otra gran vía simbólica: los Arcanos Mayores del Tarot.
Ambas tradiciones, la caballería artúrica y el Tarot, narran con distintos lenguajes una misma epopeya: la búsqueda del conocimiento perdido, del Grial, del Sí Mismo divino.
🏰 Los arquetipos del Reino de Arturo
Cada personaje de la leyenda artúrica representa una fuerza interior, una lección del alma, un paso en la escalera invisible hacia la realización espiritual:
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Rey Arturo — El Emperador (IV): El soberano iluminado, símbolo del orden justo, la compasión activa y la ley divina en la Tierra.
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Merlín — El Mago (I): El alquimista y guía iniciático, el que une lo visible y lo invisible, maestro de los secretos del alma.
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Ginebra — La Emperatriz (III) o Los Enamorados (VI): El dilema del corazón, el poder creador de lo femenino, la tensión entre el deber y el deseo.
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Morgana — La Sacerdotisa (II) o La Torre (XVI): La sombra sabia y femenina, la guardiana del conocimiento vedado, incomprendida y poderosa.
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La Dama del Lago — La Estrella (XVII): La esperanza luminosa, la presencia etérea que guía al alma en su noche oscura.
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Lanzarote — La Fuerza (VIII) o El Diablo (XV): El fuego interno que puede elevar o destruir, el conflicto entre la pasión y la lealtad.
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Perceval — El Loco (0) o El Colgado (XII): El buscador puro y sin prejuicios, que tropieza hacia la revelación.
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Galahad — El Sol (XIX) o El Juicio (XX): La perfección espiritual, el elegido que contempla el Grial y alcanza la verdad última.
✨ El Camino del Caballero y el Sendero del Tarot
La ruta del caballero —desde su partida hacia lo desconocido hasta su regreso transformado— se refleja en el Viaje del Loco, el sendero iniciático de los Arcanos Mayores:
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El Loco (0): El llamado, la partida, el alma que se lanza a la aventura sin certezas.
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La Muerte (XIII): El cruce del umbral, la disolución del yo antiguo.
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El Ermitaño (IX): El encuentro con la luz interior, la sabiduría silenciosa.
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El Mundo (XXI): La visión del Grial, la fusión con el todo, el regreso con el conocimiento sagrado.
Ambos caminos —la Caballería del Grial y el Tarot Iniciático— son mapas del alma. Uno con espadas y castillos; el otro con símbolos y cartas. Pero ambos narran la misma travesía secreta: el regreso al Uno, a la Sophia Perennis, a la sabiduría que nunca se perdió porque siempre vivió en el corazón.
¿Y vos?
¿Ya comenzaste tu propio viaje?
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